Marcos era muy sensible. Él sólo tenía cinco años de edad, pero reaccionaba intensamente a situaciones que a otros niños parecían no afectarles. Un simple cambio en la rutina podía provocar una crisis emocional en él. Sus conocidos lo reconocían como alguien muy “intenso”.
El pequeño Rafael tenía un compañerito en la escuela, quien le platicó que desde hacía unas semanas no había podido ver a su mamá porque ella había sido internada en el hospital a causa de una enfermedad muy severa. Desde que se enteró, Rafael tenía episodios de llanto y preocupación, casi ansiedad, atormentado por la situación de su compañerito y la ausencia de su mamá, así como por lo que ella podría estar sufriendo a causa de su enfermedad. Le escribía cartas a su amigo y rezaba por esa familia. Sólo se sintió aliviado cuando supo que la mamá de su amigo había vuelto a casa y se estaba recuperando.
Desde que era muy pequeña, Paula tuvo un oído excepcional, pero a medida que crecía, esta capacidad se convirtió en un desafío. A los ocho años, Paula se sentía abrumada en ambientes ruidosos como los recreos escolares o las zonas muy concurridas. Además, mostraba una aversión intensa a ciertos tipos de telas y etiquetas en su ropa.
Todos estos casos nos hablan de una característica que suele ser muy común entre las niñas y los niños con altas capacidades: la hipersensibilidad, y esta puede referirse a una excitabilidad sensorial o a una sensibilidad exacerbada en lo emocional.
¿Qué es la hipersensibilidad sensorial?
La hipersensibilidad sensorial implica una mayor excitabilidad a estímulos físicos como luces, sonidos, texturas y olores. Los niños con altas capacidades pueden ser especialmente sensibles a estos estímulos, lo que puede afectar su confort y concentración. Los signos comunes incluyen:
- Sensibilidad a los ruidos: Pueden encontrar molestos los ruidos que pasan desapercibidos para otros, como el zumbido de una lámpara fluorescente o el sonido de un ventilador.
- Sensibilidad a las luces: Las luces brillantes o parpadeantes pueden ser incómodas o incluso dolorosas para ellos.
- Sensibilidad a las texturas: Pueden tener aversión a ciertas texturas en la ropa o en los alimentos, prefiriendo materiales suaves y evitando etiquetas o costuras.
- Olores y sabores intensos: Pueden reaccionar fuertemente a ciertos olores y sabores, encontrándolos abrumadores o desagradables.
Esto se debe a la mayor intensidad con la que estos niños y niñas procesan la información. Sus cerebros no solo funcionan a un ritmo más acelerado y con mayor profundidad, sino que también son capaces de percibir y responder a un rango más amplio de estímulos sensoriales y emocionales. Esta capacidad aumentada de procesamiento sensorial significa que los estímulos que pueden parecer normales o insignificantes para otros, como un sonido de fondo o una luz brillante, pueden ser percibidos de manera mucho más intensa y a veces abrumadora para estos niños.
¿Qué es la hipersensibilidad emocional?
La hipersensibilidad emocional se refiere a una mayor intensidad en las respuestas emocionales. Los niños con altas capacidades a menudo experimentan sus emociones de manera más profunda y vívida que sus pares. Esto puede manifestarse de varias maneras:
- Reacciones emocionales intensificadas: Pueden tener respuestas emocionales más fuertes ante situaciones que otros niños manejan con facilidad. Por ejemplo, pueden sentirse extremadamente felices, tristes o enojados en respuesta a situaciones que parecen triviales o normales para otros.
- Empatía elevada: Como se ve en uno de los ejemplos de arriba, pueden sentir profundamente el dolor o la alegría de los demás. Esta empatía intensa puede ser abrumadora, especialmente cuando se exponen a situaciones emocionalmente cargadas, como ver noticias tristes o conflictos entre compañeros.
Esto también es resultado de su entramado cerebral, lo que algunos en términos muy coloquiales han llamado “cableado”: su capacidad para procesar y entender las complejidades emocionales desde una edad temprana es muy avanzada. Sus respuestas emocionales tienden a ser más intensas porque sienten las emociones de manera más profunda y vívida. Esta intensa percepción emocional puede verse como algo positivo, pero generalmente representa un desafío, ya que pueden sentirse abrumados por sus propios sentimientos y por las emociones de quienes los rodean, y requieren un apoyo adecuado para aprender a manejar estas experiencias.
Estrategias para lidiar con la hipersensibilidad
- Crear un entorno seguro y predecible: Proporcionar un espacio tranquilo y predecible puede ayudar a los niños a sentirse más seguros y menos abrumados. Esto incluye establecer rutinas claras y minimizar cambios repentinos.
- Enseñar técnicas de regulación emocional: Técnicas como la respiración profunda, el mindfulness y el uso de herramientas visuales (como un semáforo de emociones) pueden ayudar a los niños a gestionar sus emociones intensas.
- Adaptaciones sensoriales: Utilizar auriculares para bloquear ruidos molestos, emplear luces suaves en lugar de fluorescentes, y permitir que los niños elijan ropa cómoda sin etiquetas irritantes puede reducir la sobrecarga sensorial.
- Fomentar la comunicación abierta: Hablar abiertamente con los niños sobre sus sensibilidades y validar sus sentimientos es crucial. Esto les ayuda a sentirse comprendidos y apoyados, y les proporciona un espacio seguro para expresar sus preocupaciones y necesidades.
- Utilizar materiales sensibles: Ofrecer materiales didácticos y de juego que sean sensorialmente agradables puede ayudar a los niños a sentirse más cómodos y concentrados. Por ejemplo, materiales suaves y sin texturas irritantes.
En resumen
En resumen, la hipersensibilidad emocional y sensorial en niños con altas capacidades es una consecuencia natural de sus cerebros altamente receptivos y eficientes. Estas sensibilidades reflejan una mayor percepción y procesamiento de los estímulos del entorno, lo que a su vez influye en su experiencia del mundo y su interacción con él. Entender y apoyar estas sensibilidades es crucial para ayudar a estos niños a desarrollarse de manera equilibrada y saludable.
Reconocer y comprender la hipersensibilidad emocional y sensorial en niños con altas capacidades es esencial para proporcionar el apoyo adecuado. Estas sensibilidades no deben ser vistas como obstáculos, sino como características únicas que requieren estrategias específicas. Al ofrecer un entorno comprensivo y adaptado a sus necesidades, los padres y educadores pueden ayudar a estos niños a manejar sus sensibilidades y desarrollar todo su potencial. En el Instituto CASO, estamos comprometidos a ayudar a las familias a comprender y apoyar a sus hijos en este importante viaje, ofreciendo recursos y estrategias para enfrentar estos desafíos únicos.