Las madres y los padres de niños con sobredotación intelectual o altas capacidades (AACC) buscan siempre la mejor orientación y apoyo profesional. Sin embargo, puede resultar frustrante cuando algunos especialistas en aprendizaje, psicólogos y pedagogos no reconocen o subestiman las altas capacidades. Este fenómeno tiene varias causas y consecuencias importantes para la atención adecuada de estos niños. Por qué ocurre esto, quiénes sí reconocen las altas capacidades y qué implicaciones tiene para la educación y el desarrollo de los niños superdotados, de ello se trata este artículo que preparamos en Instituto CASO.
Las Altas Capacidades como diagnóstico
Las altas capacidades (AACC) son un tema que compete a la psicología, la psiquiatría, la psicopedagogía y la didáctica, así como las neurociencias. Sin embargo, es un tema relativamente nuevo: entre las niñas y los niños diagnosticados con trastorno por déficit de atención (con o sin hiperactividad) (TDA y TDAH) se notaron muchos casos con rasgos y características que están fuera del perfil que dictan los manuales (DSM-5 y otros), pero que incluso los contradecían. Esos casos comenzaron a notarse cada vez más y generaron una vertiente estadística de la anomalía clínica.
Fue así como los primeros profesionales de la salud mental notaron que una de las características constantes entre estos individuos con diagnósticos inexactos de TDA y TDAH era un coeficiente intelectual (CI o IQ) superior al promedio y también presentaban rasgos de hipersensibilidad sensorial y emocional, lo cual no era necesariamente una característica del TDA o del TDAH.
Con una amplia colaboración de madres y padres, los profesionales que estudiaron estos casos comenzaron a desarrollar el perfil y a generar conciencia. El fenómeno de las altas capacidades ha sido estudiado desde diversas metodologías (médicas, clínicas, sociales) y de modo interdisciplinario, y ha logrado abrir foros en el ámbito médico, científico, social e incluso a nivel de la administración pública.
A este carácter incipiente de las altas capacidades, que implica que no todos los profesionales involucrados en su estudio estén familiarizados con el tema, se suman algunas otras razones que expliquen por qué no todos han oído hablar de ellas y no las consideran en su práctica profesional.
1. Falta de formación específica: Uno de los principales motivos es la falta de formación específica sobre las altas capacidades en los programas de educación y psicología. Muchos profesionales no reciben suficiente capacitación sobre la identificación y el manejo de niños superdotados durante su formación académica. Esto puede llevar a una falta de conocimiento y comprensión sobre las características y necesidades únicas de estos niños.
2. Mitos y estereotipos: Existen numerosos mitos y estereotipos sobre las altas capacidades que pueden influir en la percepción de los profesionales. Algunos creen erróneamente que los niños superdotados no necesitan ayuda adicional porque siempre tendrán éxito, o que ser superdotado significa ser excelente en todas las áreas. Estos estereotipos pueden hacer que los profesionales no reconozcan las necesidades particulares de estos niños.
3. Confusión con problemas de comportamiento o aprendizaje: Las altas capacidades a menudo se presentan junto con otros desafíos, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o problemas de aprendizaje. Esta combinación, conocida como doble excepcionalidad, puede llevar a confusión. Los comportamientos de los niños superdotados, como la falta de atención en clases que consideran aburridas, pueden ser malinterpretados como problemas de comportamiento o dificultades de aprendizaje.
¿Quiénes sí reconocen las Altas Capacidades y por qué?
1. Especialistas en Altas Capacidades: Existen psicólogos, pedagogos y otros profesionales que se especializan en el estudio y la atención de niños con altas capacidades. Estos especialistas tienen formación específica y experiencia en el reconocimiento y manejo de las necesidades educativas y emocionales de estos niños. Ellos entienden la diversidad de manifestaciones de las altas capacidades y están mejor equipados para proporcionar apoyo adecuado.
2. Instituciones educativas especializadas: En México, escuelas como Instituto CASO están dedicadas a la identificación y educación de niños con sobredotación intelectual. Estas instituciones cuentan con personal capacitado y programas diseñados para satisfacer las necesidades únicas de los estudiantes superdotados, ofreciendo un entorno propicio para su desarrollo integral. También existen otras ONGs, escuelas privadas y programas gubernamentales.
3. Asociaciones y fundaciones: Organizaciones como la Fundación CASO también juegan un papel crucial en el reconocimiento y apoyo a las altas capacidades. Estas organizaciones promueven la sensibilización, ofrecen recursos y apoyo a familias y educadores, y trabajan para mejorar la comprensión y atención de los niños superdotados en la sociedad.
¿Qué pasa si no se reconocen las Altas Capacidades?
La falta de reconocimiento y apoyo adecuado para los niños con altas capacidades puede tener varias implicaciones negativas:
1. Subestimación de potencial: Es lo que casi siempre ocurre. Sin una identificación y apoyo adecuados, el potencial de un niño con capacidades y aptitudes sobresalientes puede ser subestimado y no desarrollado completamente. Esto puede llevar a una falta de motivación, bajo rendimiento académico y frustración.
2. Problemas emocionales y sociales: Los niños con altas capacidades que no reciben el apoyo en el desarrollo de herramientas socioemocionales llegan a experimentar problemas en esos rubros. Ignorar o no comprender sus necesidades propicia sentimientos de aislamiento, ansiedad y baja autoestima, que dada su hipersensibilidad emocional, puede llegar a extremos como la intención de hacerse daño.
3. Malinterpretación de comportamientos: Comportamientos que son comunes entre los niños superdotados, como los cuestionamientos constante, la búsqueda de perfección o la sensibilidad extrema, pueden ser malinterpretados como problemas de comportamiento, conductas desafiantes o desobediencia. Esto puede resultar en una disciplina inapropiada o en la falta de apoyo emocional necesario.
Conclusión
Es esencial que los padres, educadores y profesionales de la salud comprendan la importancia de reconocer y apoyar adecuadamente a los niños con altas capacidades. La falta de formación específica y los mitos comunes pueden obstaculizar este reconocimiento, pero con la orientación adecuada y el apoyo de especialistas, instituciones educativas y asociaciones dedicadas, es posible proporcionar un entorno en el que estos niños puedan prosperar.
En el Instituto CASO, nos dedicamos a identificar y nutrir las altas capacidades, proporcionando un entorno educativo y emocionalmente enriquecedor. Si tienes dudas sobre las capacidades de tu hijo o necesitas apoyo, llámanos y conoce nuestros recursos y programas. Juntos, podemos asegurar que cada niño con sobredotación intelectual reciba la atención y el reconocimiento que merece, permitiendo que su potencial brille al máximo.
